Qué es la conectividad IoT: guía comparativa

11.12.2025
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Definición rápida: la conectividad IoT hace referencia a la tecnología y los procesos que permiten a los dispositivos del Internet de las Cosas (IoT) recibir y transmitir datos. Todos los dispositivos IoT, desde un smartwatch hasta un sensor de mantenimiento predictivo, dependen de una conexión de red para funcionar.

La conectividad es un componente esencial del Internet de las Cosas. Los dispositivos IoT dependen de las redes para comunicarse con pasarelas, aplicaciones, servidores, routers y otros dispositivos IoT. Esta comunicación (transmisión y recepción de datos) permite a los dispositivos IoT realizar las funciones para las que fueron diseñados. 

Los fabricantes de productos IoT disponen de un amplio abanico de opciones en materia de conectividad, pero no todas son ideales. Algunas soluciones de conectividad no fueron diseñadas para el Internet de las Cosas y tienen limitaciones. Otras, sin embargo, han sido diseñadas específicamente para el uso de IoT. 

Si está diseñando una aplicación IoT, la variedad de alternativas de las que dispone puede ser abrumadora. Para cada uso suele haber una solución de conectividad ideal que se adapta mejor a las circunstancias. 

En este artículo examinamos los factores que debe tener en cuenta al evaluar las soluciones de conectividad IoT, y le aportamos una visión general de las opciones más populares. 

Cómo comparar soluciones de conectividad IoT 

Cobertura: ¿estará disponible este tipo de red en el lugar donde necesita implantarse? 

Ancho de banda: ¿puede la solución de conectividad gestionar el volumen y los tipos de transmisiones que necesitan sus dispositivos? 

Consumo de energía: ¿cuánta energía consumirán sus dispositivos al transmitir o recibir datos? 

Coste: ¿tendrá que construir y mantener su propia infraestructura? ¿Qué componentes necesitará? ¿Cuánto costarán los datos? 

Rendimiento de los datos: ¿soportará este tipo de red las capacidades que necesita? 

Movilidad: ¿permitirá esta conectividad que sus dispositivos funcionen en movimiento? ¿A qué velocidad? 

Latencia: ¿cuánto tiempo de retraso hay entre transmisiones de datos con esta tecnología? 

Penetración en interiores: ¿hasta qué punto funciona bien la señal en interiores o bajo tierra? 

Seguridad: ¿aumenta o disminuye la red su protección frente a usos indebidos y accesos no autorizados? 

Redundancia: si utiliza este tipo de conectividad, ¿qué tipo de copias de seguridad puede tener instaladas?

Hay muchos aspectos para evaluar a la hora de encontrar la solución adecuada para su aplicación IoT, pero podemos centrarnos en tres factores principales: cobertura, ancho de banda y consumo de energía. En función del dispositivo, el entorno en el que se instale y las capacidades que necesite, puede que deba considerar también otros factores. 

A continuación, le guiaremos a través de diez de los aspectos más importantes a comparar entre soluciones. Más adelante también le ofrecemos una comparación rápida de algunas de las principales soluciones de conectividad IoT. 

Cobertura 

Uno de los factores más importantes a la hora de elegir una solución de conectividad es la cobertura: ¿funcionará donde necesita desplegar sus dispositivos? 

A menudo verá referencias al alcance, pero en IoT, no es tanto una cuestión de a qué distancia pueden estar los dispositivos de una infraestructura, sino más de si puede obtener señal en todos los lugares donde necesita desplegarla. Debe tenerse en cuenta la capacidad de la señal para penetrar edificios o funcionar en ubicaciones aisladas. 

Algunos tipos de redes ya disponen de infraestructura, y solo necesitaría conectarse a la red. En estos casos, la cobertura ya está disponible en toda una ciudad, región, país o continente. Otras tecnologías requieren que usted mismo despliegue la infraestructura de la red, lo que aumenta el coste de la implementación. 

Algunas soluciones de conectividad pueden utilizar una variedad de tecnologías para extender su cobertura. En el IoT celular, por ejemplo, es común que las redes 3G o incluso 2G se utilicen como una tecnología de respaldo en áreas que no tienen cobertura LTE-M, NB-IoT o Cat-M1. Los dispositivos IoT basados en Wi-Fi, como los sistemas de alarma para el hogar, también pueden utilizar la conectividad celular como respaldo para protegerse contra los cortes de energía. 

Ancho de banda 

El ancho de banda es la capacidad máxima de la red para transmitir datos. El ancho de banda se comparte en toda la red y afecta tanto al volumen de mensajes que pueden enviar sus dispositivos como al tamaño de los paquetes de datos que incluyen. 

Si sus dispositivos necesitan recibir o transmitir muchos datos, tendrá que elegir una solución con mayor ancho de banda. Elegir una solución de conectividad IoT con poco ancho de banda será como intentar meter un elefante en un coche. 

Algunas soluciones también pueden requerir que sus dispositivos IoT compartan ancho de banda con otros clientes, el público u otros dispositivos de sus clientes. En este caso, el ancho de banda es como el espacio disponible en un autobús. Hay un número finito de asientos, y algunas personas ocupan más espacio con bicicletas, mascotas, equipaje o porque tienen las piernas más largas. Los pasajeros suben y bajan del autobús en diferentes momentos, liberando espacio u ocupando más. Si el autobús alcanza o supera su capacidad, resulta imposible hacer sitio sin chocar con los demás e interferir en su espacio. 

Si su aplicación IoT no requiere mucho ancho de banda, este factor no es tan importante. 

Consumo de energía 

Los dispositivos IoT suelen funcionar con batería y no son recargables. La batería tiene que durar todo el ciclo de vida del dispositivo. Esto significa que su solución de conectividad no puede consumir demasiada energía. 

Las tecnologías que no se diseñaron para IoT (como Wi-Fi) suelen consumir mucha más energía, ya que se crearon para otros usos. Algunas soluciones especializadas, como NB-IoT y LTE-M, tienen funciones de ahorro de energía para prolongar la duración de la batería de los dispositivos IoT. 

En algunos aspectos, el consumo de energía de una red también depende de su uso. Por ejemplo, las redes más complejas con mayor velocidad de datos pueden consumir más energía cuando el dispositivo no está en uso. Pero cuando su dispositivo necesita transmitir o recibir datos, consume menos energía porque la red puede transferir los datos más rápido, por lo que la transmisión tarda menos tiempo. En una red de bajo rendimiento, un proceso que consuma muchos datos, como una actualización remota del firmware, podría acabar con la batería de su dispositivo.

Coste 

Con la soluciones de conectividad IoT, hay varios costes a tener en cuenta. 

Si la red ya está desplegada y solo hay que conectarse a ella (como la celular), los costes de despliegue no incluirán la compra y construcción de infraestructura de red. Pero con cualquier tecnología de red, tendrá que evaluar el equipo que necesita para conectarse a ella, tanto si se trata de una compra única (como un módem), de tecnología que necesitarán todos los dispositivos (como una tarjeta SIM) o de algo que tendrá que volver a comprar para cada despliegue (como pasarelas, servidores o routers). 

Desplegar su propia infraestructura de conectividad añade costes de mantenimiento y funcionamiento, lo que le obligará a invertir en personal especializado. Las redes más complicadas también pueden aumentar sus costes de desarrollo, ya que sus dispositivos tendrán que ser compatibles con los protocolos y tecnologías que requiera la solución de conectividad. 

Por supuesto, también hay que tener en cuenta el coste continuo del consumo de datos. Si utiliza un proveedor de conectividad, como un Mobile Network Operator (MNO), es posible que le exija un contrato que imponga límites de datos o tarifas por el uso de datos adicionales. emnify utiliza un modelo de pago por uso que utiliza la agrupación de datos, por lo que solo paga por los datos que utiliza.

Algunos proveedores de servicios que venden acceso a su infraestructura también pueden utilizar acuerdos de itinerancia para ampliar su cobertura, dándole acceso a la infraestructura de un socio por un precio mayor. Dependiendo del alcance de sus despliegues y de los países en los que quiera desplegarse, puede que tenga que tener en cuenta estas tarifas de datos más elevadas.

Velocidad de datos 

El ancho de banda representa la capacidad de una red. La velocidad de datos representa la rapidez con la que puede transferir datos. Cuanto menor sea la velocidad de datos de una red, más tardará en recibir y transmitir datos (y más batería consumirá la transmisión). 

Muchas aplicaciones IoT no requieren una gran velocidad de datos, pero si su dispositivo incluye procesos como la transmisión de vídeo o la transmisión de datos en tiempo real, la velocidad es muy importante. La velocidad de transmisión de datos también es importante si tiene previsto enviar actualizaciones remotas de firmware para mantener la seguridad del dispositivo, corregir errores o añadir funciones. 

La capacidad de enviar actualizaciones de firmware Over-the-Air (OTA) ayuda a preparar los dispositivos para el futuro, pero sin una alta velocidad de datos, los fabricantes de IoT no pueden enviarlas a dispositivos alimentados por batería.

Movilidad 

Algunos dispositivos IoT, como los sistemas de entretenimiento para automóviles, los coches autónomos y los dispositivos de seguimiento, necesitan recibir y transmitir datos mientras se mueven a gran velocidad. Si su aplicación tiene un elemento móvil, debe buscar soluciones de conectividad que puedan gestionar este tipo de transferencia de datos. 

Latencia 

La latencia es el retardo entre el momento en que se envían los datos y el momento en que se reciben. En la mayoría de las aplicaciones IoT no es muy importante. Sin embargo, en el caso de los automóviles autónomos, la latencia es una cuestión de vida o muerte. Si el tiempo es muy importante para sus datos y cada segundo (o milisegundo) cuenta, tendrá que considerar la latencia de las distintas tecnologías de red. 

Una latencia alta puede hacer que las aplicaciones pierdan tiempo, lo que significa que los datos se pierden o que los dispositivos tienen que retransmitirlos. Ambas cosas crean una mala experiencia y pueden costar tiempo, dinero e incluso clientes. 

Penetración en interiores 

Algunas señales son más fuertes que otras. En el caso de los dispositivos que suelen instalarse bajo tierra o en estructuras pesadas, hay que tener en cuenta cómo penetra la señal en estos obstáculos. Por lo general, las señales de baja frecuencia penetran mejor en interiores. 

También puede tener en cuenta la Pérdida Máxima de Acoplamiento (Maximum Coupling Loss, MCL) de las señales, que refleja cuántas interferencias puede soportar teóricamente la señal. Cuanto mayor sea la MCL, mayor será la penetración en interiores. 

Seguridad 

La conectividad es lo que hace que los dispositivos IoT sean tan útiles, pero es un arma de doble filo. Sus conexiones entre sí y con otras entidades de la red pueden crear vulnerabilidades significativas, y la seguridad de IoT puede verse fácilmente amenazada. Durante años, los hackers han descubierto nuevas formas de atacar a los dispositivos IoT para robar datos o incorporarlos a “botnets”. 

Algunos tipos de red tienen una seguridad limitada, lo que supone un problema para los dispositivos a la hora de garantizar que las transferencias de datos no se vean comprometidas. 

La seguridad en IoT es más importante para las aplicaciones que envían o reciben datos confidenciales, pero también hay que tener en cuenta cómo podría utilizarse su dispositivo como puerta de acceso a otros dispositivos de una red. Un dispositivo IoT en la red Wi-Fi de su cliente, por ejemplo, podría dar acceso a un hacker a ordenadores, servidores y otras entidades de la misma red. En el ataque Stuxnet, un PC vulnerable del cliente puede afectar a su dispositivo IoT. Aislar los dispositivos IoT dentro de su propia red, utilizando redes privadas virtuales (VPN) y limitando su conectividad a sus funciones básicas es una medida de seguridad crucial. 

Las actualizaciones del firmware permiten cerrar agujeros en la seguridad de su IoT, pero no todas las tecnologías de red le permitirán realizarlas, debido a un ancho de banda limitado. Si le preocupa la seguridad de sus dispositivos, vale la pena pensar si necesitará la capacidad de actualizarlos con programación inalámbrica (OTA) para corregir errores y abordar vulnerabilidades.

Redundancia 

No puede permitirse perder la conectividad, y sus clientes tampoco. El tiempo de inactividad de una red puede costar mucho dinero por minuto. Dependiendo de la aplicación, podría costar vidas o dar lugar a demandas judiciales. 

Por ello la redundancia de la red es tan valiosa: garantiza que siempre disponga de un sistema de conectividad de reserva. Aunque hay muchas maneras de que una solución incorpore redundancia, a menudo implica: 

  • Redundancia de software (microservicios) 
  • Redundancia geográfica (múltiples zonas de disponibilidad) 
  • Redundancia de operadores (tener cobertura de varios proveedores de servicios) 

En última instancia, la redundancia es importante porque ayuda a aumentar el tiempo de actividad garantizado. Independientemente de cómo funcione, debe estar seguro de elegir una solución de conectividad que no falle cuando la necesite. 

Soluciones de conectividad IoT 

El tipo de red adecuado depende de su uso, pero a continuación exploraremos los principales tipos de conectividad que utilizan los fabricantes de IoT, destacando algunos de sus puntos fuertes y débiles generales. Para cada tipo, daremos una calificación. 

Antes de nada, hagamos una comparación rápida. 

Hemos codificado la tabla por colores para destacar los puntos fuertes y débiles de cada tecnología.  

  • La potencia en reposo se refiere a cuánta potencia demanda la solución cuando no está transmitiendo ni recibiendo. 
  • La potencia Rx/Tx indica cuánta energía consume mientras el dispositivo recibe o transmite datos. 
  • El modo de ahorro de energía muestra cuánta energía utiliza el dispositivo cuando utiliza funciones que reducen el consumo de energía. 
  • La fuente de alimentación es el tamaño de la batería que se necesita normalmente. Cada una de ellas se indica por miliamperios (mA) o microamperios (μA). 

Tabla comparativa de conectividad IoT

IoT Connectivity Comparison Table

Celular 

Cobertura: global 

Velocidad de datos: 

  • Descarga: de 107 Kbps (GPRS) a 130 Mbps (LTE) 
  • Subida: de 85,6 Kbps (GPRS) a 30 Mbps (LTE) 

Consumo de energía:  

  • En reposo:  de ~1,5 mA (GSM) a ~38mA (LTE) 
  • Rx/Tx: de ~110 mA (NB-IoT/LTE-M) a 2A (LTE) 
  • Ahorro de energía: de ~3 μA (NB-IoT y LTE-M) a ~3mA (LTE) 
  • Fuente de alimentación: de 2,75 V (NB-IoT) a 4,2 V (GSM) 
  • Coste del módulo: 7-45€, dependiendo del tipo de red 

La telefonía móvil es la opción de conectividad más popular para las soluciones IoT. Las redes celulares ya están desplegadas por todo el mundo: sus dispositivos solo necesitan tarjetas SIM para conectarse a ellas. Además, estas redes se diseñaron para gestionar grandes volúmenes de datos. 

El IoT celular es sencillo de implantar, pero implica algunas consideraciones adicionales. Existen varias generaciones de tecnología de red celular (2G, 3G, 4G, 5G) y redes especializadas para IoT (LTE-M, Cat-M1, NB-IoT), cada una de las cuales tiene su propia infraestructura. El tipo de red celular que elija cambia por completo la cobertura, el coste, el ancho de banda y el consumo de energía. 2G y 3G son las soluciones celulares más comunes para IoT y a menudo se utilizan como servicios de respaldo, pero LTE-M y NB-IoT también son cada vez más comunes. En los próximos años, el 5G tendrá más aplicaciones de IoT, pero ahora mismo, se utiliza mejor para procesos intensivos en datos que dependen de una baja latencia. 

Los fabricantes también tienen que tener en cuenta a su operador. Cada operador de red tiene su propia infraestructura. Aunque utilizan acuerdos de itinerancia para permitir a sus clientes acceder a redes asociadas en otros países, esto sigue sin ser lo ideal para los fabricantes de IoT.  

En lugar de los proveedores de telefonía móvil tradicionales, los fabricantes suelen utilizar proveedores de conectividad independientes de la red, como emnify. Mientras que un operador de red tradicional le permite acceder a algunas redes celulares en unos pocos países, nosotros le proporcionamos acceso a más de 540 redes en más de 180 países. Hemos creado nuestra plataforma de comunicaciones para IoT que permite aprovechar la tecnología celular de forma única.

Wi-Fi

Cobertura: ~100–400m  

Velocidad de datos: hasta 1,3 Gbps, dependiendo del estándar de WLAN  

Consumo de energía:  

  • En reposo: ~30–100 mA 
  • Rx/Tx: ~130–250 mA 
  • Ahorro de energía: ~1,5 mA 
  • Fuente de alimentación:  ~3–5 V   
  • Coste del módulo: 5-10€ 

El Wi-Fi es bastante común en los dispositivos IoT de consumo, ya que permite al consumidor conectar su dispositivo a la red que ya utiliza en casa. Esto es cómodo, pero el uso de Wi-Fi para IoT plantea varios problemas importantes. 
 
Por un lado, hace que el dispositivo sea vulnerable a ser hackeado desde otro dispositivo de la red, lo que también convierte al dispositivo IoT en un punto de entrada. Seguro que conoce historias sobre dispositivos hackeados por culpa de una conexión Wi-Fi. 
 
El Wi-Fi funciona bien para proporcionar conectividad a un área pequeña, como un edificio, pero le cuesta penetrar en materiales densos, cubre un alcance limitado y es muy propenso a las interferencias. Como todas las redes Wi-Fi utilizan las mismas bandas (2,4 GHz y 5 GHz), las redes separadas pueden interferir entre sí si están muy cerca. 

Permanecer conectado a Wi-Fi también consume batería con bastante rapidez. Esto no es un problema grave para los dispositivos que la gente puede cargar con regularidad, como un smartwatch, pero es problemático para los dispositivos IoT que necesitan una batería que dure años.

Bluetooth 

Cobertura: de ~200m (Bluetooth) a 700 m (BLE) 

Velocidad de datos: de 350 Kbps (Bluetooth) a 3 Mbps (BLE) 

Consumo de energía: 

  • En reposo: de 35 mA (BLE) a 100 mA (Bluetooth) 
  • Rx/Tx: de 2,7 mA (BLE) a 150 mA (Bluetooth) 
  • Ahorro de energía: de 1 μA (BLE) a 9 μA (Bluetooth) 
  • Alimentación: de 1,7 V (BLE) a 3,6 V (Bluetooth) 
  • Coste del módulo: 7-10 € 

Bluetooth es otra solución popular para los dispositivos IoT de consumo. Es extremadamente fácil de configurar, pero también tiene un alcance muy corto. Sin embargo, Bluetooth puede utilizar una topología de red “en malla” para ampliar su cobertura. En este modelo, cada dispositivo Bluetooth conectado amplía el alcance de la malla. En lugar de tener una cobertura fija basada en un nodo central, cada dispositivo conectado es un nodo independiente que proporciona servicio Bluetooth dentro de un radio. 

Los dispositivos Bluetooth establecen relaciones padre-hijo para conectarse entre sí y con otros dispositivos (como un ordenador o un smartphone). Además, un solo dispositivo puede tener relaciones con muchos otros, formando la malla. 

Dado que utiliza señales débiles, Bluetooth puede comunicarse en entornos concurridos con mínimas interferencias, lo que lo hace adecuado para algunos usos industriales de IoT. Siempre que una aplicación no implique procesos con muchos datos ni requiera un ancho de banda elevado, las últimas versiones de Bluetooth (en particular Bluetooth Low Energy, BLE) pueden ser una opción para IoT. 

Bluetooth es especialmente vulnerable a una ciberamenaza conocida como “bluesnarfing”, por la que un tercero se empareja a un dispositivo Bluetooth sin el conocimiento de su propietario. Aunque la tecnología Bluetooth más avanzada hace que esto sea mucho más difícil, con la forma más sencilla de Bluetooth es fácil que cualquiera en un radio pequeño se conecte al dispositivo. Esto puede ser especialmente problemático en edificios de apartamentos y espacios públicos, sobre todo para los dispositivos de consumo que pueden sacrificar la seguridad por una mayor comodidad. 

Zigbee 

Cobertura: de 90 m (interiores) a 300 m (línea de visión) 

Velocidad de datos: RF 250 Kbps, serie hasta 1 Mbps 

Consumo de energía:  

  • En reposo: 15–20 mA 
  • Rx/Tx: 40–135 mA 
  • Ahorro de energía: 2 μA 
  • Alimentación: 2,1–3,6 V 
  • Coste del módulo: 10–15€ 

Zigbee es otra solución de conectividad basada en una topología de red mallada. Mientras que las mallas Bluetooth se componen simplemente de dispositivos habilitados para Bluetooth, una red de malla Zigbee tiene tres componentes principales: 

  1. Un coordinador Zigbee (ZC) es esencialmente la zona cero de la red. Solo hay un ZC por red Zigbee, y puede enlazar con otras redes y almacenar información importante de la red, como claves de seguridad.
  2. Un enrutador o repetidor Zigbee (ZR) retransmite mensajes entre dispositivos finales y una aplicación.
  3. Los dispositivos finales Zigbee (ZED) son sus dispositivos IoT reales, cada uno de los cuales puede ampliar el alcance de la red conectándose al ZC o a otro ZED que esté conectado al ZC. 

Zigbee es una solución de código abierto con mayor alcance que Bluetooth. Funciona bien en entornos que aún no disponen de infraestructura de red y suele elegirse para hogares y fábricas inteligentes con necesidades de poco ancho de banda.

LoRaWAN 

Cobertura: 15 km en línea de visión 

Transmisión de datos: 0,24–37,5 Kbps 

Consumo de energía:  

  • En reposo: N/A 
  • Rx/Tx: ~5–15 mA / ~120 mA 
  • Ahorro de energía: 1,8 μA 
  • Alimentación: de 2,4 V a 3,6 V 
  • Coste del módulo: 8-12 € 

LoRaWAN son las siglas de Long Range Wide Area Network (red de área extensa de largo alcance). Es un tipo de red de área extensa de baja potencia (LPWAN) que se diseñó específicamente para el Internet de las Cosas. Aunque hay proveedores de LoRaWAN repartidos por todo el mundo, en la mayoría de los casos, un fabricante de IoT necesita desplegar su propia infraestructura LoRaWAN, en lugar de conectarse a una ya existente. 

Las principales ventajas de LoRaWAN son que utiliza bandas de frecuencia sin licencia (por lo que no hay que pagar por los datos si se es propietario de la infraestructura), tiene buena cobertura y penetración en interiores gracias a sus estrechas bandas de frecuencia por debajo de un GHz, y consume muy poca energía. 

Las desventajas son que LoRaWAN suele requerir la instalación de nuevas infraestructuras, no existen acuerdos de itinerancia entre proveedores (lo que significa que se necesitan nuevos contratos o nuevas infraestructuras si se opera fuera de la red de un proveedor) y sus capacidades de mensajería son muy limitadas.

Ethernet 

Proporcionar atributos de potencia y coste a Ethernet es difícil, dado que Ethernet tiene diferentes especificaciones para 10 Mbps, 100 Mbps, 1Gbps y 10 Gbps, cada una con diferentes conectores requeridos. Depende de si el host implementa o no la funcionalidad de ahorro de energía. Ethernet también puede utilizarse para alimentar el dispositivo (lo que se conoce como Power of Ethernet, o PoE). 

Con Ethernet, los fabricantes de IoT no tienen que preocuparse por la velocidad de datos: puede gestionar todo lo que sus dispositivos necesiten transmitir o recibir ahora y en el futuro. Sin embargo, hay varios problemas con Ethernet como solución IoT. 

El uso de Ethernet requiere que cada dispositivo tenga una conexión directa por cable a la red. La movilidad no es una opción. Esta conexión por cable también plantea retos en cuanto a quién es responsable de mantener la conectividad (el fabricante o el cliente) y cómo se desplegará. En las nuevas construcciones, Ethernet suele considerarse desde el principio, pero puede resultar caro añadirla a posteriori o instalar más conexiones para dar cabida a más dispositivos. 

También hay que tener en cuenta quién tiene acceso a la red, ya que hay una conexión física que alguien podría manipular, y el protocolo Ethernet no cifra las transmisiones. 

Meter Bus (M-bus) y M-bus inalámbrico 

Cobertura: 1000 m 

Transmisión de datos: 300–9600 bps (M-bus), 4,8–100kbps (M-bus inalámbrico) 

Consumo de energía:  

  • En reposo: ~2 mA 
  • Rx/Tx: 10–20 mA / 30mA 
  • Ahorro de energía: ~1 µA 
  • Alimentación: 2,3–3,6 V ~1 µA 

M-bus y M-bus inalámbrico son estándares europeos especializados diseñados para la comunicación de medidores inteligentes. Estos protocolos utilizan bajas frecuencias y tienen una buena penetración en interiores, por lo que la infraestructura suele incorporarse a las nuevas construcciones. 

El M-bus inalámbrico puede tener problemas de interoperabilidad, ya que es de código abierto y actualmente no existe una norma de certificación para los proveedores y fabricantes que utilizan el protocolo, por lo que no siempre se sabe si un dispositivo, pasarela o red es compatible con otras soluciones M-bus inalámbricas. Esto puede ser muy problemático cuando se despliega en varios países. 

Con M-bus y M-bus inalámbrico, los medidores inteligentes utilizan pasarelas para transportar datos a la nube.

Comunicación por línea eléctrica (Power Line Communications, PLC)

Cobertura: 1 km de cables 

Ancho de banda: 4–575 Kbps 

Consumo de energía: 100–240 mA 

Fuente de alimentación: 24 V 

Coste: 35–90 € 

La comunicación por línea eléctrica es otra solución cableada, y es posiblemente una de las opciones de conectividad IoT más singulares. Si ya existen líneas eléctricas en el lugar donde planea implementar el despliegue, no tiene que establecer nueva infraestructura: simplemente debe conectarse a las líneas eléctricas existentes. Aunque es viable para algunas aplicaciones, en el PLC las líneas eléctricas no fueron construidas para la transmisión de datos, y ese no es su uso principal. 

Las líneas eléctricas tienen constantemente corriente eléctrica hacia los dispositivos alimentados (lo que podría incluir sus dispositivos IoT), lo que puede interferir con las transmisiones. Por esta razón, la PLC se considera una solución simple pero poco fiable.

Más información sobre la solución de conectividad IoT de emnify

Hay una razón por la que la conectividad celular es tan popular para el Internet de las Cosas. Es fácil de usar, cuenta con una excelente cobertura (interior, exterior y móvil), tiene un alto rendimiento de datos y excelente ancho de banda, y abarca una gama de soluciones especializadas para diferentes usos. 

La plataforma de conectividad IoT de emnify aprovecha al máximo la conectividad celular y permite que sus dispositivos se conecten a más de 540 redes en más de 180 países. Nuestra solución nativa en la nube incluye redundancia integrada para garantizar un tiempo de actividad de la red del 99,99 %, y puede integrar nuestros datos de conectividad con todas las herramientas que ya utiliza.

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